Participación en un curso de tortugas terrestres y acuáticas (II)

Detalle de las manchitas amarillas.

El segundo fin de semana del Curso de tortugas, lo dedicamos a las tortugas de agua dulce o también llamadas galápagos.

Fue divertido reencontrarme con muchos «tortugueros» de la sesión anterior y eso hizo que el finde fuera más divertido.

equipo tortuguero
Parte de los compañeros tortugueros vestidos con los trajes para la ocasión y con el arte preparado. Foto de uno de los compis, Jordi.

El técnico de fauna, que era el mismo, empezó con la parte teórica comentando que a diferencia de las terrestres, las acuáticas podían introducir sus patas y la cabeza dentro del caparazón. También nos enseñó las membranas interdigitales que les ayudan a la hora de desplazarse por el agua.

Comparativa pata acuática y terrestre
A la izquierda tenéis una pata delantera de una acuática con membranas entre los dedos (interdigital) y con alguna sanguijuela que otra. A la derecha tenéis el detalle de una pata trasera de una terrestre…¿parece la de un elefante, verdad? Fotos cedidas por la fotógrafa Ares Seuma.

Después ya entró más al detalle con las características propias de las dos especies autóctonas que tenemos aquí en España que son el galápago europeo  y el galápago leproso.

El galápago europeo (Emys orbicularis) tal y como indica su nombre científico, tiene unas manchitas circulares por toda su piel y pueden ser más o menos perceptibles dependiendo de la edad del animal.

galapago europeo
Galápago europeo salvaje. Foto cedida por la fotógrafa  Ares Seuma.
Detalle de las manchitas amarillas.
Detalle de las manchitas amarillas. Foto cedida por la fotógrafa Ares Seuma.

Este galápago tiene la «suerte» de poder aprovecharse del boom reproductivo de los cangrejos americanos (Procambarus clarkii) ya que los dos pueden convivir en aguas con poca corriente y con una alta concentración de sal (aguas salobres)

cangrejo americano
El cangrejo americano es alimento para las Emys, pero es una especie exótica invasora conocida por  ser portadora de un hongo que mata a nuestros cangrejos de río.

Después tenemos al galápago leproso (Mauremys leprosa), que no tolera tanto las aguas salobres como el europeo pero tolera mejor las aguas contaminadas. Físicamente se puede llegar a confundir con la tortuga de Florida ya que también tiene manchas naranjas.

Galápago leproso
Galápago leproso joven con manchas naranjas que recuerdan a la de Florida
La tortuga de Florida con la mancha naranja
La tortuga de Florida con la mancha naranja característica detrás de los ojos
Galápago leproso
Galápago leproso adulto con tonalidades naranjas no tan marcadas que cuando es más joven. Foto cedida por la fotógrafa Ares Seuma.

Esta confusión, es fácil de resolver si tenéis a dos individuos de las dos especies y las comparáis, ya que, la leprosa tiene una escotadura en forma de «V» mientras que la de Florida no la tiene. ¡Simple y efectivo!

Comparativa plastrones
A la izquierda podéis ver las placas anales de una tortuga de Florida que no son nada puntiagudas (Fotografía de la Gulf Coast Turtle and Tortoise Society) A la derecha tenéis el detalle remarcado de las puntas que sobresalen en un galápago leproso (Fotografía cedida por la fotógrafa Ares Seuma)

Después de esta parte importante y necesaria para poder identificar a las especies autóctonas, el técnico optó por explicarnos la parte más práctica de un seguimiento de tortugas directamente en el campo.

El primer espacio al que fuimos fue el humedal del Pla de Santa Maria en Valls, dónde el agua que lo forma proviede de una depuradora cercana.

Nos explicó que para poder realizar un estudio de captura y recaptura en estos espacios nos debíamos de poner «los trajes de luces» y escoger un sitio cercano a la vegetación para poner las artes (que eran una redes de pescar anguilas) y bueno, así de guapos quedamos! 

Compañeros
Aquí los compañeros de «caza» colocando la red. Yo llevo la parte por dónde entrará la tortuga. Como podéis ver … sólo había uno trabajando en serio 😛

Hay que tener en cuenta que estas artes se deben de colocar teniendo en cuenta que el extremo por dónde debe de entrar el animal tiene que estar más hundido que el otro extremo para que el animal puede insolarse hasta que nosotros lo recojamos.

Colocamos unas diez trampas en total y las dejamos colocadas durante una noche y cuando fuimos a recogerlas al día siguiente no había caído ningún animal. Nos comentó el técnico que tampoco no era extraño al haber pasado tan poco tiempo.

Recogimos los enseres y nos fuimos a un segundo sitio para trampear: el PEIN de la Sèquia Major de Vila-seca (video) que resulta que conjuntamente con ciertas zonas del río Ter, se consideran los dos núcleos de población originaria en Cataluña. 

La visita a este PEIN no es libre, de manera, que si queréis visitarlo deberéis contactar con el Patronato Municipal de Turismo de Vila-seca. Os lo recomiendo para que podáis apreciar todo el trabajo que se está haciendo para conservarlo.

Lo de «apreciar» es más que nada por que está situado en un lugar muy complicado: al ladito del Pachá La Pineda, unos pisos de nueva construcción, la playa y Port Aventura… casi nada!

Port Aventura
Port Aventura desde la Sèquia Major de Vila-seca

Aquí las trampas que colocamos tuvieron más éxito y pudimos observar las dos especies en vivo y en directo.

Al igual que con las tortugas terrestres, la idea era coger al animal con los guantes y anotar rápidamente en la ficha de seguimiento si era un animal ya «chipado», su sexo, su peso y sus dimensiones.

La manipulación en galápagos
Un galápago estresado también defeca mucho. Por eso las manipulaciones se deben de realizar rápidamente.
Verificación de chip
Se le acerca el lector de chips al cuello para verificar si tiene alguno puesto. Si lo lleva, el aparato te indica un número identificativo del individuo y entonces buscas ese número en las fichas de seguimiento. Así puedes, por ejemplo, ver si ha crecido mucho o poco desde la última vez que lo capturaste.
Pesando al galápago
Se pesa el animal boca arriba para que no se mueva tanto.
Mediciones biométricas
Una de las medidas que se toman es el ancho del plastrón.

Ha sido un gustazo poderlas ver tan de cerca, ya que al ser unas especies «tímidas» siempre las había visto de muuuy de lejos … o realmente nunca las he visto?

Y para acabar, os pongo otros ejemplos de entidades que realizan proyectos para recuperar estas poblaciones de galápagos. Como curiosidad veréis un cuento que hicieron los del Proyecto Life Emys Ter.

Clica en las imágenes si quieres ver los detalles de los proyectos.

Logo Proyecto Mauremys
Proyecto Mauremys por la Sociedad para el Estudio y Recuperación de la Biodiversidad Almeriense.
cuento Life Emys al Baix Ter
Cuento creado dentro del Proyecto Life Emys Ter que se llama «Emy, el galápago eurropeo, vuelve al Bajo Ter» para enseñar a los más pequeños la vida de «Emy» 🙂
Proyecto de recuperación del galápago europeo en la Comunidad de Madrid - Galería
Proyecto de recuperación del galápago europeo en la Comunidad de Madrid –Grefa
Lifedeltalagoon
Proyecto Life Delta Lagoon en el Delta del Ebro – Tarragona.

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